sábado, 11 de diciembre de 2010


No te la pases agitando tus desgracias, pronosticando tragedias imaginarias, asustado por posibles males que a lo mejor no llegan nunca.
Nacemos para luchar por la felicidad, casi para crearla, para hacerla a pesar de la tristeza, los desencantos, los errores, las malas jugadas y los irremediables imprevistos.
No vendas tu felicidad, regálala! No busques para ella fórmulas sencillas ni baratas. Cuesta trabajo, son caros los ingredientes: Compartir lo que tienes. Amar sin exigencias. Perdonar sin cicatrices. Aceptar sin perfecciones. Agradecer lo que te dan. ¡Y no rendirte nunca!. Sonrían siempre que es una buena forma de comenzar cualquier día.
La vida se vive solo una vez.

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