sábado, 13 de marzo de 2010

Así soy yo. Mi estrella brilla tanto que nadie ve mi fragilidad.
Soy como la mujer invisible: soy una presencia que se siente pero no se ve.
Cuando ven que no necesitas nada, que podés con todo, dejan de verte.
Soy una sombra, una brisa que pasa.
Estoy pensando todo el día.
Todos ven lo que doy, pero no lo que necesito.
Todos ven tus señales, tus destellos, tu brillo, pero pocos ven cuando te apagás.
Hasta el hombre invisible necesita esa mirada especial que lo haga especial.

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